De nuevo en Kunming, de nuevo en el Hump, de nuevo el mismo dormitorio. Lo unico que habia cambiado era el clima, que ahora estaba miserablemente lluvioso, de esos que no te dan ganas ni de salir a la puerta...
Pero bueno, estaba era en visita estrictamente de negocios... La idea era aprovechar los supermercados para reaprovisionarme de algunas cositas que me hacian falta, como mi avena y leche en polvo, desayuno al que ya me habia acostumbrado antes de las jornadas del dia a dia. Tambien, aplique para la visa de vietnam, la cual costo unos venenosos 50USD, y mas encima demorada! Y adicionalmente, no me la dieron por los 3 meses que esperaba, sino por apenas el mes que no alcanza ni para entender la punta del dedo me~nique de un pais... En fin.
Aproveche el tiempo tambien para subir a las monta~nas del occidente de Kunming, a visitar el Templo de Bambu (Bamboo Temple o Qiang Zhu Si). Como estaban en la epoca de recordar a los caidos en el terremoto de Sichuan, habian un monton de celebraciones religiosas, el animo no era el mejor. Explotaron mucha polvora, para ahuyentar a los malos espiritus, y quemaron alimentos y dinero de papel, para que a las almas de los caidos no les falte nada en el mas alla...
Tambien aproveche y fui a ver al oftalmologo en un hospital, porque ya el ojo si me estaba preocupando bastante. En resumen, una tremenda odisea, teniendo en cuenta mi limitado chino para explicar las dolencias del ojo, y la cantidad de vueltas y tramites que tuve que hacer por toda la clinica... Pero bueno, eventualmente llego mi turno y el medico, un viejo buena gente, trato de hacerse entender, usando la combinacion de mi mal chino con el mal ingles de una chica que, dios la bendiga, trato de ayudarme un poco. Y como ver un extranjero en un oftalmologo, del mas movido hospital publico de la ciudad no es cosa que se vea todos los dias, el minusculo consultorio se lleno de curiosos que querian ver los ojos de ese 'oji-grande', perdido en China.
Todo iba bien, pensaba que me habian entendido todo... Cuando de la nada, el doctor saco un juego de agujas para acupuntura. Me inquieto un poco, teniendo en cuenta que el ojo no es un lugar para hacer este tipo de terapias... pero me trate de relajar, pensando tal vez que me pondria en cualquier otro lugar del cuerpo. Pero no!!! Como sacado de una pesadilla, o de una mala pelicula de terror de HBO, el tipo se fue acercando lentamente con el pulso certero, esperando clavarme la aguja en el centro del ojo... Cuando la situacion se volvio insoportable, le dije (casi con pavor) que lo sentia, pero que ese tipo de tratamiento no iba conmigo.
En ese momento, TODOS los que estaban en el consultorio se mataron de la risa, aprovechandose de la ingenuidad de este pobre laowai que tenia algun mal de ojo... Todavia con carcajadas en la boca, el doctor me dice que no hay problema, que me relaje, que es solo una infeccion que a fuerza de tanto viaje y exposicion al viento y al sol no ha tenido tiempo de curarse. Igual, me receto unas gotas y pomadas y antibioticos, que la verdad me sentaron muy bien, porque a los dos dias ya estaba mucho mejor... Pero de todas maneras, la experiencia en el hospital me hace caer en cuenta que ese es uno de los lugares en los que el humor negro no funciona demasiado bien... al menos no para el paciente! Lo bueno es que si me hubiera dado un infarto, urgencias no quedaba sino un piso mas abajo...
Tambien visite otro medico, el de la bici. Revise uno que otro ruido que me preocupaban, compre una brujula de manubrio (santo invento!) y le pegue una lavada enorme, porque no estaba de presentar... Mejor dicho, una sesion de salud y spa completo para ella!
En esta oportunidad, conoci bastante gente interesante: un griego que llego de Wenquan (el epicentro del terremoto en China) en bicicleta contando sus historias de terror... no solamente por todo el tema de la catastrofe, sino por los hechos del dia despues... Cuando trataba de salir de la region afectada, le toco huir literalmente porque la gente queria robarse su bicicleta y las cosas que tenia en las maletas, esperando desesperadamente una manera de salir, algo que comer, algo que vender en semejante caos... Que dura esa situacion, y que afortunado que no me toco vivirla... Tambien conoci a un chino de Beijing que recorria China con una amiga en una mini bicicleta de esas que se doblan, y caben en una maleta. De hecho parecen de juguete, pero el hombre me dijo que de Beijing hasta aca solo se tardo 20 dias! Y yo quejandome del tiempo...
Y tambien conoci a Isabel, una chica española re buena onda, que aposto conmigo a que se compraba una bici y seguia viaje como yo en ella, si me ganaba al ping pong. Y por culpa de mi reves patetico, efectivamente gano la apuesta en el ultimo punto y se aprovecho de mi 'experiencia' rutera (ja!) para comprarse su nueva compañera de viaje, para marcharse a Laos. Buen viaje para ella!
Lo bueno es que eventualmente recogi mi visa para Vietnam. Y me doy en cuenta que mis dias comienzan a estar contados en China, ya se acabo la aventura de casi un año llendo y viniendo por sus regiones llenas de constrastes... Esa China que esta atrapada en la imagen que uno tiene del pais clasico lleno de historia y dinastias, y del dragon que esta despertando para llenarse de megaciudades y comerse el mundo... China... tan llena de recuerdos y de bonitos momentos... en fin, hasta para quererla es de extremos: hay dias de odio visceral, pero tambien hay otros en que te nace por China y su gente un cariño que te calienta el corazon.
Ya me habia acostumbrado igual a su creencias, a su comida, a su gente, a sus extravagancias y cosas bizarras. Mucho tiempo. Pero igual, creo que igual me hara bastante falta. Pero el camino no se detiene, y Vietnam ahora esta a tiro de piedra...
1 comentario:
Otro capítulo para el libro de tu vida, uno que seguramente no cerrarás tan pronto y otro que se abre frente a tus ojos. Un abrazo!
Publicar un comentario