miércoles, 11 de marzo de 2009

lunes, 9 de marzo de 2009

Ithaka

Cuando emprendas tu viaje a Ithaka
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias.
no temas a los Lestrigones, ni a los Cíclopes,
ni al colérico Poseidón,
nunca encontrarás seres así en tu camino en tu camino,
si tu pensar es elevado,
si intensa es la emoción
que toca tu espíritu y tu cuerpo.
Ni a los Lestrigones ni a los Cíclopes
ni al salvaje Poseidón encontrarás,
si no lo llevas dentro de tu alma,
si no los despierta tu alma ante tí.

Pide que el camino sea largo.
Que sean muchas las mañanas de verano
en que llegues -¡con qué placer y alegría!-
a puertos antes nunca vistos.
Detente en los mercados de Fenicia
y consigue cosas hermosas,
nacar y coral, ámbar y ébano
y toda suerte de perfumes voluptuosos,
cuantos más abundantes perfumes voluptuosos puedas.
Y que visites muchas ciudades egipcias
para que puedas aprender de sus sabios.

Ten siempre a Ithaka en tu pensamiento.
Tu llegada allí es tu destino.
Pero no apresures nunca tu viaje.
mejor que dure muchos años
y atracar, viejo ya, en la isla,
enriquecido de cuanto ganaste en el camino
sin esperar a que Ithaka te enriquezca.

Ithaka te brindó tan hermoso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino.
Pero no tiene ya nada que darte.

Aunque la halles pobre, Ithaka no te ha engañado.
Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia,
entenderás ya, al fín, qué significan las Ithakas.


--C.P. Cavafy