jueves, 17 de septiembre de 2009

Sikh of it all

Y quienes son los Sikhs, y que es el Sikhismo?

Tal vez en películas había visto a esos barbados personajes con turbantes orgullosos sobre sus cabezas. Pero lo que no sabía es que ellos, además de creer una aparente (y centenaria) tendencia de moda, creen fervorosamente también en una religión relativamente jóven que nació hace unos pocos siglos de las ideas de Gurú Nanak, el gurú más importante de los 10 gurús que han tenido los Sikhs. El Gurú Nanak, habiendo nacido en tierras de India/Pakistán, desde muy jóven empezó a meditar sobre dios y a pregonar a todo el mundo sobre la igualdad de todos los seres, independiente de sexo, orígen social, creencia o casta. En el mundo, decía, todos somos hermanos iguales que deberíamos buscar el contacto directo con dios día a día y ganarnos la vida de una manera correcta.

Ésto, en tiempos en los que la dominación ideológica del Hinduismo era mayoritaria, cayó como una desagradable sorpresa para muchos, pero para otros tenía sentido pues no creían más en una creencia de un destino siempre predispuesto por el karma anterior, por la casta, por los designios de un sacerdote. Gurú Nanak pasó la mayor parte de su vida hablando con quien lo escuchara y viajando por toda Asia encontrándose con gente de todas las clases sociales y religiones. A su muerte, designaron a otro Gurú como la cabeza espiriual del Sikhismo, y luego, otro, y otro, hasta que luego del décimo no se volvieron a designar "Gurús oficiales". En adelante, todos eran hermanos y hermanas.

En suma, el credo de los Sikhs es bastante simple. Buscar diariamente a Dios, ganarse la vida de manera honesta, proteger y cuidar a los necesitados sin importar su raza, credo o casta. Tienen también algunas reglas o tabús, como por ejemplo cortarse el pelo, o la barba. No pueden fumar ni tomar alcohol, así como tampoco comer comida halal (estilo musulmán). Además, la tradición les indica que tienen que tener ciertas marcas que los distinguen como Sikhs: el cabello largo, la barba larga, una peineta especial para sostener el cabello, un aro de metal en sus brazos, y una espada o puñal colgando del cinto.

Históricamente los Sikhs han sido un grupo, aunque pequeño, muy activo, orgulloso, guerrero, y influenciante sobre la vida del norte de India. Justo hoy en día Manmohan Singh, el presidente de India, pertenece a ésta religión de los Sikhs. Pero no todo ha sido bueno para ellos, en los comienzos fueron perseguidos sin misericordia por Hindús y Musulmanes, y miles de Sikhs al igual que varios de sus Gurús murieron de maneras trágicas, torturados hasta la muerte de unas formas que desafían las más aberrantes y podridas imaginaciones. Pero por su creencia de defender a los necesitados, se han embarcado en muchas guerras y cruzadas santas en nombre de su religión. Guerras que han dejado bastante dolor y pérdidas. Por ejemplo, el país no olvida todavía los relativamente recientes disturbios de un grupo extremista Sikh, que dejaron como resultado a la casi destrucción del máximo templo del Sikhismo, y al asesinato de la máxima líder de estado Indio, Indira Gandhi a manos de sus guardespaldas Sikh.

Y es que a veces no puedo sino preguntarme sobre los Sikhs: Por un lado, sus templos abren las puertas y le dan alojamiento, comida, tratamiento médico a todos las personas que lo necesiten, sin importar su orígen o quién sean. Pero por otra parte, están las famosas y sangrientas guerras que han luchado, su espíritu de combate que los lleva a lanzarse a las batallas sin dudar. Para mi resulta curioso cuando menos, el hecho que dentro de sus templos se exhiban orgullosamente escudos y armas de combate al lado de ofrendas florales y libros santos. Aun más, el emblema de la religión de los Sikhs es bastante diciente: dos espadas entrecruzadas con una lanza y un anillo de combate.

Todos los Sikh que he conocido han sido muy buenas personas, honestas, amables, trabajadoras y sumamente colaboradores. En los caminos, hay éstos tipos de restaurantes comunitarios que ofrecen comida a los viajeros o peregrinos que pasen por ahí, siempre sin costo alguno. Se preocupan por los pobres, ayudan a los necesitados. Pero en caso de un conflicto, definitivamente no quisiera encontrarme a uno de éstos temibles Sikhs de frente...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Las paradojas del ser humano, llámelo Sikh, indio, colombiano o como lo quiera llamar, las múltiples facetas del ser llevan a ver desde las más dulces sensaciones hasta los más profundos oprobios dentro de un mismo ser... Un Abrazo

Unknown dijo...

gracias por la información,
aclare varios vacios.

G. dijo...

con gusto hermano, yo antes de verlos no tenía ni idea de cómo era ese tema...

Anónimo dijo...

Un graffiti es la voz de la ciudad, como este de vértigo para Sprite http://bit.ly/GraffitiSprite