domingo, 28 de octubre de 2007

Mao Risueño - Mao Triste

De The Opposite End of China sale un truco que haría reír y llorar a Mao, literalmente. Solo se necesita un poco de paciencia, pulso estable y una regla para hacer este truco que funciona en todos los billetes que tienen la cara de Mao (practicamente todos!). Aunque vale la pena decir que personalmente prefiero los billetes que no tienen la cara de Mao, sino aquellos que tienen retratos de personas de distintas minorías étnicas, que lastimosamente no hay casi en circulación.

El truco en cuestión:


Y listo! El resultado final, un Mao bastante emocional!


jueves, 25 de octubre de 2007

Zijin Shan (Montaña Púrpura), Nanjing

Como estábamos ya en Nanjing, y por haber colaborado en el evento, la Universidad de Suzhou nos "premió" con un tiquete para visitar un sitio famoso que quisiéramos. Entre las opciones estaban una torre altísima que sirve como mirador de la moderna ciudad, o una puerta antigua de la muralla, o el famoso parque de Zijin Shan (紫金山). Esa fue una noticia caida del cielo, porque de un tiempo para acá queríamos muchísimo ir al Zijin Shan, siendo este un sitio conocido mundialmente por sus tumbas de la dinastía Ming, catalogado por la UNESCO como patrimonio mundial.

Zijin Shan es un parque de unos 20 kilómetros cuadrados, ubicado al este en las afueras de Nanjing. Debe su nombre (Montaña Púrpura) a sus crepúsculos y amaneceres, que tintan el cielo de un color púrpura suave. En éste parque, están situados mas de doscientos lugares de interés cultural, contando con tres maravillas históricas nacionales (el mausoleo del Dr. Sun Yatsen, el templo Linggu, el observatorio de Zijin Shan) y un sitio protegido por la UNESCO (las tumbas Ming). Lastimosamente, no contábamos con muchísimo tiempo entonces decidimos optar por las tumbas Ming y dejar los demás sitios para una próxima visita, incluyendo ojalá la caminata alrededor de las montañas.

El mausoleo o tumba de Ming Xiaoling, es uno de los más grandes e imponentes de China. De hecho, las famosísimas tumbas Ming que se encuentran en Beijing fueron hechas a imágen y semejanza de las de Nanjing. Éste sitio, que fue el último lugar de reposo del primer emperador de la dinastía Ming, tardó algo más de 50 años en ser terminado. Cuenta la historia que éste lugar era tan importante para el emperador, que más de cien mil chinos estuvieron trabajando permanentemente en las tumbas - siempre bajo la custodia de un ejército de miles de hombres que evitaban que se filtraran los secretos de la megaconstrucción al exterior -.

Cuando el emperador murió, salieron de Nanjing rumbo a Zijin Shan decenas de cortejos fúnebres exactamente iguales, cada cual con su propio difunto. Todas, al mismo tiempo llegaron a diferentes lugares y enterraron con pompas fúnebres a sus propios "emperadores", siendo uno solamente el real. La idea detrás de ésto era evitar que la gente supiera cual era el lugar real de reposo del emperador, y así evitar que profanaran su tumba después.

En el mausoleo, están las famosas esculturas de animales de piedra, cada quién tiene su propio significado. Pasando por leones, camellos, elefantes hasta animales míticos, cada par de esculturas querían decir algo del emperador: fortaleza, sabiduría, coraje, inteligencia, gran poder, etc. Los mismos animales se ven también en el las tumbas de Beijing. También hay estatuas de figuras civiles y militares muy importantes en su época.

De los edificios originales solo quedan en pié unos pocos, pero los que están dejan entrever la majestuosidad de lo que en otrora fue el mausoleo más importante de China.

Paseando a ritmo lento por éste parque natural, fue cayendo la tarde y así se llegó el tiempo de volver a Suzhou, cansados, pero contentos de haber nuevamente viajado en el tiempo.

Lo que quedó pendiente de visitar también en Nanjing, fue el lúgubre museo de la trágica invasión de Nanjing en la segunda guerra mundial, puesto que está clausurado por motivo de la construcción de una autopista o de un metro... y al parecer no hay aún fecha de reapertura.

miércoles, 24 de octubre de 2007

Encuentro de estudiantes en Nanjing

Resulta pues que ésta semana, estábamos lo más de tranquilos cuando la señora que maneja todo el tema del departamento de estudiantes internacionales de la Universidad de Suzhou, nos estuvo buscando para invitarnos especialmente a un encuentro de estudiantes internacionales que tendría lugar en Nanjing. El encuentro en cuestión, llamado "A Place to Share, A Place to Grow -Un lugar para compartir, un lugar para crecer- era un evento en el cual participaban todas las universidades de la provincia de Jiangsu que tienen departamentos de estudios internacionales (principalmente las de Suzhou, Nanjing, Changzhou, Wuxi, etc.) La idea del encuentro, era hacer un showcase de éstas instituciones, y que cada universidad montara un evento con mucho folclor, en la que se integraran las culturas. Además, también montaron stands o puestitos en los cuales las personas explicaban brevemente su país: quienes lo conformaban, que tenía de interesante, cual era la cultura, cual era la economía, etc. etc. etc. Algo así como una Expo Mundial en una escala infinitamente reducida.

Y como por vez primera en la Universidad de Suzhou había algún estudiante de Colombia, pues hicieron un puestito de Colombia, con pancartas, carteleras, y decoración con telas "Colombianas" (vale la pena decir que éstas fueron prestadas amablemente por los expositores de la hermana República de Congo). Entonces estuvimos presentando a nuestro país del Sagrado Corazón a los perdidos que terminaban mirando las fotos de la sierra nevada, los monolitos de San Agustín, la feria de las flores, o las ranas del Amazonas.

Pero lo interesante del encuentro este, fue ver los números centrales, que cada Universidad había preparado. Había de todo, desde las demostraciones de rapidez y fortaleza de wu shu (武术) o artes marciales Chinas, o el número de agilidad casi circense de los chinos que jugaban con platos voladores y diábolo, que lo hacían ver como un juego de niños, hasta las canciones de amor dulcísimas interpretadas por una chica que imitaba (bajo un constante aplauso) a una diva del Pop Chino. Lastimosamente, el bus de nuestra universidad estuvo un buen tiempo perdido en las calles de Nanjing y llegamos bastante tarde al evento. Nos perdimos más de la mitad de presentaciones, que parecían estar súper interesantes.

Nuestra Universidad participó con una canción llamada "Gran China" o da zhong guo (大中国), interpretada por gente de las más diversas nacionalidades: brasil, italia, japón, corea, singapur, francia, estados unidos... en fin! Se le hizo honor al slogan de los olímpicos de Beijing "Un mundo, un sueño (One World, One Dream)"

Pero el premio a la originalidad, fue cuando un grupo de rock de Pakistán en plena improvisación tocó una canción que supongo es muy tradicional en ese país... era algo asi como "wah wah, Pakistán, wah, wah, Pakistán...". El caso es que una vez empezaron a tocarla, Pakistaníes de todas partes salieron e hicieron una presentación impromptu... todos empezaron a bailar en circulo cantando ésta canción... que por cierto fue repetida una y otra y otra vez, para la diversión de pakistaníes y visitantes a la vez... Los únicos que no se veían muy alegres era los organizadores y presentadores del evento que miraban preocupadamente sus relojes y se hacían señas y comentarios en voz baja. Eventualmente, silenciaron los micrófonos de los animados Pakistaníes para poder seguir con el plan del día, minuto a minuto, tal como estaba en los volantitos que daban en la entrada.

En conclusión, fue un evento bastante interesante, donde la gente de Pakistán demostró que "la pena" o "el pánico escénico" no existe en su vocabulario. Bién por ellos!!!!

viernes, 19 de octubre de 2007

Recuento de mid-term

Con el invierno tocando la puerta de la casa y luego de una semana intensa de exámenes de mid-term, sin querer queriendo uno termina por hacerse también una evaluación de mitad de semestre. Sin calificaciones, sin cuadernos, sin noches de trasnocho a última hora para aprenderse los caracteres hanzi de turno. Solo están sobre la cama los recuerdos, los pensamientos y la vocecilla de la consciencia que de vez en cuando aparece.

Han sido ya varios meses de estudiar y vivir en una ciudad bastante diferente a lo que uno está habituado, de sumergirse día tras día en una cultura ajena, de aprender diariamente decenas de nuevas palabras y letras que antes parecían formar un extraño jeroglífico, y a fuerza de repetir, (tratar de) memorizar y hábito, van siendo más familiares.

Aprender Chino/Mandarín/Putonghua no es tan sencillo como aprender otros idiomas más cercanos, como el inglés o alemán, o los más emparentados francés, italiano o portugués que aparte de compartir alfabeto, comparten igualmente raíces, lo que hace que la gramática y el vocabulario sea más intuitivo.

Aprender Chino, por otra parte, es aprender también costumbres, tradiciones, simbologías que no son tan evidentes, al menos para los ojos de un laowai como yo. Es también aprender a diferenciar más que los tonos de cada sílaba, la emoción detrás de ellas, el sentido que se les quiere dar.

Lo primero que uno tiene que tener antes de estudiar Mandarín, es una fuertísima dosis de motivación. De paciencia también, y no está de más también tener algo bajas las expectativas. Al ser un idioma del que se está aprendiendo todo, absolutamente todo desde cero, la curva de aprendizaje es sumamente larga… por lo general necesitás bastante tiempo para tener un nivel decente.

En suma, es un un idioma bastante desagradecido como diríamos en casa. Allí es donde entra en juego la motivación.Por qué uno se motiva a estudiar Chino? Pueden haber tantas respuestas como personas aprendiendo, pero hablando con los compañeros de clase, y amigos, por lo general éstas razones se agrupan en unas categorías muy definidas.

Está la más obvia, que son los que están estudiando el idioma como parte de su carrera profesional de idiomas. En la Universidad se ven muchos éstos, que son los Koreanos o Japoneses que duermen en los dormitorios de la Uni y se mantienen con sus libros de estudio debajo del brazo. Participan en todas las actividades académicas y extracurriculares, y en un par de semestres ya hablan chino con una facilidad increíble.

Luego, están los verdaderos apasionados por China y por la cultura, que motivados por la llama de la ilusión de acercarse más al camino de la sinología, estudian el idioma por hobbie y se ven en las clases de pintura o caligrafía. Les encanta China, la gente, la cultura y las tradiciones ancestrales. Se saben de memoria pasajes enteros de poetas antiguos, logran gran satisfacción viendo las acuarelas de paisajes de bambú, lirios y cascadas envueltas en bruma. Para ellos, es un sacrilegio el hecho que Occidente penetre, viole y corrompa los velos sagrados de las tradiciones, con sus McDonalds, Porsche, y aeropuertos en cada ciudad...

En la lista también están los que tienen la plena certeza que aprender Chino es algo que es necesario para ser altamente competitivo en el siglo XXI, una herramienta imprescindible del know-how para ser un profesional exitoso y dinámico, capaz de enfrentarse a los riesgos y retos de un mundo globalizado, guiado por amplias estrategias de flexibilidad y pluriculturalidad, en un esquema macro… ya saben a que me refiero. China es un país lleno de oportunidades, como lo fue el famoso wild west en la época de la fiebre del oro, o como fue América con sus ríos de plata, caciques vestidos de oro que reinaban sobre indígenas que eran algo más que meros animales.

Están también los que aprenden en Chino para no tener que quedarse en la casa viendo televisión o rascándose las… Son por lo general esposas, novias o hijos de los expatriados que trabajan en las multinacionales. O son los que están en China por purísimo azar… los tipo “su dinero puede estar en el lugar equivocado”.

Finalmente, están aquellos que están estudiando Chino porque… bueno… porque… es complicado. Les gusta China, pero sin fanatismo. Les gusta, simplemente. Creen que el idioma es interesante, y puede o no ser útil en un futuro. En el fondo, esperan que sí sea. Les gusta la comida, pero les asquea el olor a tofu en las calles. Entienden y desentienden todos los días las costumbres chinas.

En cual estoy? Já....

domingo, 14 de octubre de 2007

China Insólita

Es curioso, pero a medida que pasa el tiempo y uno se acostumbra más a la vida en China, escenas que al principio causaban un ataque de risa o de estupor, pasan a ser tan cotidianas como los jiaozi y los mantou que se come uno de desayuno. Las colas "al aire" de los niños que relajan sus esfinteres sin barreras en cualquier lugar de las calles, ya son tan comunes como el vendedor de imitaciones en los mercados nocturnos. En fin, es sentirse más acostumbrado al país, un pasito más cercano a entender sus costumbres, cultura y hábitos.

Éstas fotos me hicieron reir, no tanto porque fueran parodias absurdas de la vida de un país al otro lado del mundo, sino porque son más cotidianas que anormales, con un poqutín de exageración.


Ingenio y Reciclaje Chino, con 1 Caballo de Fuerza


Busque también la versión portátil, en diferentes colores y estilos, para poder utilizar esos baños de dudosa higiene... como en casa!


Siempre hay un tiempo y un lugar para una buena siesta...


Quién dijo que no había lugar para ver? já!


Delicioso desayuno... me pregunto donde preparan el café


Otro ejemplo de la imaginación china... 2 botellas + 1 piso sucio=comodidad instantánea sin ensuciarse


Otra fantástica invención.


China, el país donde la bicicleta es REY!


Fuente: Fixed Gear

viernes, 5 de octubre de 2007

Hoy

Hoy me levanté sin muchos ánimos, sin mucha energía. De esos días que no todo encaja. Que te montás en la bici y preferís no tener un destino por delante, sino tan solo dejarte llevar por el camino. De estar moviendote, solo por sentir el solecito que te calienta, te da esperanza. Sentir que te hace volar el viento en la cara.

Hoy... Te das cuenta que no hay grandes revelaciones, no hay apariciones místicas. No hay visiones amarillas y doradas en tu cabeza, y tu corazón se siente más o menos como se sentía ayer. Te sentás debajo de un sauce chino, junto al río, viendo barcazas pasar con pereza, viendo a viejos y niños jugar con cometas que rasgan el cielo, viendo al vendedor de manzanas de caramelo regalándole un pedacito de alegría a los más pequeños.

Una banquita solitaria al otro lado del parque, en la que los amantes se pierden también en el sol, en el agua, en los cabellos y en los labios. Si, no hay grandes revelaciones, solo un sabor dulce, tranquilo, en la boca y en el cuerpo. Un pequeño temblor en el alma, y un gustico por vivir, de estar acá con el viento, la música, el día claro de comienzos de invierno, con la libertad de poder ser vos mismo y estar bién así. Satisfecho, a cuentagotas.

Pero también queda ese oscuro temor de que ese instante pase, y no vuelva, y que te quedés vos solo buscando más revelaciones, señales y epifanías...

Todo enmarcado por una muralla de decenas, cientos de años, vieja, incompleta, que defiende del viento y del olvido a una pagoda anónima, que susurra una historia alguna vez importante. Faroles que de día se mecen intranquilos buscando que caiga la noche y que la luz los saque de su inactividad, los aleje del olvido. Gente, mucha gente como vos y yo. Pescando, durmiendo. Barriendo con grandes escobas de ramas secas y anudadas. Paseando, hablando. Gente simplemente siendo.

Y algunos metros más allá, la vida sigue. Personajes regordetes sin camisa estirando con sus manos los noodles del día. Veinte pisos más arriba, una presentación en powerpoint y veinte pares de ojos mirando sin mirar. Los niños gritando y corriendo, con sus maletitas multicolores.

Hoy, un día más.