jueves, 3 de abril de 2008

Lijiang

Lijiang es una de los lugares mas famosos de Yunnan y de todo China, porque su centro conserva aun la ciudad milenaria con muchisimos años de historia. De calles empedradas y laberínticas, casas de madera y barro, lamparas rojas y mujeres con trajes coloridos de etnia Naxi (ojo, no nazi) que de madrugada salen a trabajar recogiendo verduras o yendo a sus tiendas o restaurantes (esta zona se conoce por tener una estructura social de fuertes tintes matriarcales). De mañana, la bruma nocturna se levanta de entre las calles dándole a la ciudad que duerme aún una apariencia misteriosa, antigua, sacada de un libro de poemas chinos tradicionales.

Entre las casas pintorescas y coloridas de la ciudad, hay un sistema de canalcitos estrechos bastante particulares que llevan agua limpia, sobre los cuales decenas de señoras recogen agua y lavan sus coloridas ropas. Anteriormente éstos canales servían para llevar agua potable a todos los rincones de Lijiang.

Pero una vez la ciudad despierta y el sol resplandece detrás de las montañas nevadas, decenas de turistas también despiertan, al igual que las innumerables tiendas que invaden la ciudad. Ésta es Lijiang, una antigua ciudad que se volvió famosa por su gente, su encanto, su historia. Siendo parte de la provincia de Yunnan, conserva ese paso tranquilo y lento que otras ciudades del sur también tienen. Los naxis -primos lejanos de los tibetanos- viven una vida pausada, tranquila, sin acelerarse, y eso se vé en la ciudad.

El destino para esas noches era la recomendada Mama Naxi Guesthouse, una casa tradicional y amplia llena de habitaciones, trotamundos y perritos de todas las razas echados en cualquier rincón. La famosa Mama Naxi es una matrona que imprime su espíritu amable y maternal en el ambiente, y es de verdad una de las pocas personas en China que entendieron el negocio de atender a los mochileros: buena calidad, buen servicio y sobretodo, barato. Es un buen lugar que recomendar a los perdidos que lleguen a Lijiang.

En conjunto, ésta pintoresca ciudad es una verdadera gema de la arquitectura tradicional China, pero su flujo interminable de grupos de turistas armados de banderitas y mapas enormes, sumado a las modernísimas reproducciones de las casas clásica, le dan un escalofriante toque de parque temático tipo Disney, de un enorme zoológico de curiosidades, en la que los objetos en exhibición no son más que esos que en vez de ojos tienen cámaras, en vez de boca altoparlantes, que llegan y se van con la misma increíble rapidez todos, todos los días.

2 comentarios:

Saṃsāra dijo...

Esperamos loas fotos :) wiu

Saṃsāra dijo...

ya vi las fotos!!! están buenísimas :D me mataste con las del baño jajaja ingenioso