jueves, 25 de octubre de 2007

Zijin Shan (Montaña Púrpura), Nanjing

Como estábamos ya en Nanjing, y por haber colaborado en el evento, la Universidad de Suzhou nos "premió" con un tiquete para visitar un sitio famoso que quisiéramos. Entre las opciones estaban una torre altísima que sirve como mirador de la moderna ciudad, o una puerta antigua de la muralla, o el famoso parque de Zijin Shan (紫金山). Esa fue una noticia caida del cielo, porque de un tiempo para acá queríamos muchísimo ir al Zijin Shan, siendo este un sitio conocido mundialmente por sus tumbas de la dinastía Ming, catalogado por la UNESCO como patrimonio mundial.

Zijin Shan es un parque de unos 20 kilómetros cuadrados, ubicado al este en las afueras de Nanjing. Debe su nombre (Montaña Púrpura) a sus crepúsculos y amaneceres, que tintan el cielo de un color púrpura suave. En éste parque, están situados mas de doscientos lugares de interés cultural, contando con tres maravillas históricas nacionales (el mausoleo del Dr. Sun Yatsen, el templo Linggu, el observatorio de Zijin Shan) y un sitio protegido por la UNESCO (las tumbas Ming). Lastimosamente, no contábamos con muchísimo tiempo entonces decidimos optar por las tumbas Ming y dejar los demás sitios para una próxima visita, incluyendo ojalá la caminata alrededor de las montañas.

El mausoleo o tumba de Ming Xiaoling, es uno de los más grandes e imponentes de China. De hecho, las famosísimas tumbas Ming que se encuentran en Beijing fueron hechas a imágen y semejanza de las de Nanjing. Éste sitio, que fue el último lugar de reposo del primer emperador de la dinastía Ming, tardó algo más de 50 años en ser terminado. Cuenta la historia que éste lugar era tan importante para el emperador, que más de cien mil chinos estuvieron trabajando permanentemente en las tumbas - siempre bajo la custodia de un ejército de miles de hombres que evitaban que se filtraran los secretos de la megaconstrucción al exterior -.

Cuando el emperador murió, salieron de Nanjing rumbo a Zijin Shan decenas de cortejos fúnebres exactamente iguales, cada cual con su propio difunto. Todas, al mismo tiempo llegaron a diferentes lugares y enterraron con pompas fúnebres a sus propios "emperadores", siendo uno solamente el real. La idea detrás de ésto era evitar que la gente supiera cual era el lugar real de reposo del emperador, y así evitar que profanaran su tumba después.

En el mausoleo, están las famosas esculturas de animales de piedra, cada quién tiene su propio significado. Pasando por leones, camellos, elefantes hasta animales míticos, cada par de esculturas querían decir algo del emperador: fortaleza, sabiduría, coraje, inteligencia, gran poder, etc. Los mismos animales se ven también en el las tumbas de Beijing. También hay estatuas de figuras civiles y militares muy importantes en su época.

De los edificios originales solo quedan en pié unos pocos, pero los que están dejan entrever la majestuosidad de lo que en otrora fue el mausoleo más importante de China.

Paseando a ritmo lento por éste parque natural, fue cayendo la tarde y así se llegó el tiempo de volver a Suzhou, cansados, pero contentos de haber nuevamente viajado en el tiempo.

Lo que quedó pendiente de visitar también en Nanjing, fue el lúgubre museo de la trágica invasión de Nanjing en la segunda guerra mundial, puesto que está clausurado por motivo de la construcción de una autopista o de un metro... y al parecer no hay aún fecha de reapertura.

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