viernes, 16 de marzo de 2007

Sobre saltos y fresas

Un hombre viajando a través de un campo se encontró con un tigre. Huyó corriendo, mientras el tigre corría tras de él. Llegando a un precipicio, se agarró de la raíz de una enredadera salvaje y se deslizó por el borde. El tigre lo olió desde arriba. Temblando, el hombre miró hacia abajo y a lo lejos, otro tigre lo esperaba para comérselo. Solo la enredadera lo sostenía. Dos ratones, uno blanco y uno negro, de a poquitos comenzaron a roer la enredadera. El hombre vió una deliciosa fresa cerca de el. Agarrándose de la enredadera con una mano, alcanzó la fresa con la otra. Que dulce sabía!

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