martes, 1 de julio de 2008

A un paso de Ninh Binh

Como había que pagar por horas, me quedé en el hotelito de paso el tiempo estrictamente necesario, forzándome a salir recién salido el sol hacia Ninh Binh. El día estaba particularmente caliente, sofocante, asfixiante... Pero igual a lo hecho pecho. La ruta cambió un poco para mal, porque la carretera deja de ser secundaria para convertirse en autopista nacional, llena de carros, buses, motos a toda velocidad... Y el común denominador es que todos, TODOS, pitan al pasar. Y no pitan una vez, sino que pitan frecuentemente y sin parar... Para ellos, usar el pito es algo tan básico como frenar o mirar por el espejo retrovisor. Y aparte de ser molesto, se vuelve algo verdaderamente estresante, sobretodo cuando el que te pita es un camión enorme con un pito que dejaría mudo a un concierto de Sepultura...



Ya llegando a Ninh Binh, hubo una imágen que quedó grabada fuertemente en mi cabeza, y que desafortunadamente, no la he podido borrar. Iba por la carretera pedaleando tranquilamente en uno de los días más calientes, 40 grados de infierno, cuando de frente venía una moto cargada con unas jaulas a cada lado. Suponía que eran pollos o algo así, como generalmente se ve en las carreteras de China y Vietnam. Pero no. El tipo en la moto se bajó frente a un restaurante y soltó la jaula aquella. Y la jaula comenzó a aullar. Y el tipo agarro un palo y empezó a soltarle golpes a la jaula, a las extremidades que lograban sacar desde adentro. Cuando pasé cerca, me di cuenta que el cargamento no era mas que perritos que estaban literalmente uno encima de otro, sin espacio para respirar. Todos estaban jadeando, tratando de pelear por aire, por algo de espacio.




Los mas desafortunados, los que estaban abajo, estaban muertos en su mayoria, aplastados por otros perros, por el hambre, por la sed, por el calor, por el desespero. Tenia la ultima botella de agua y trate de darles algo que los sacara un poco de ese infierno, y en esas llego el conductor afanado al ver que un desconocido se metia en su cargamento. Le trataba de decir que los perros estaban muriendose literalmente en el calor, en el sol, que los soltara, pero el tipo como buen vietnamita trato de sacar negocio mientras se moria de la risa del estúpido extranjero que se llenaba de pesar por los perros que serían devorados en el restaurante más cercano. Me dijo su precio... 'uan, ajandredolas' 100 dolares cada uno. Y mientras seguía riendose, volvió a subir los pobres perros a la moto, alejándose de mi camino, pero dejando en mi mente uno de los sabores más agrios del viaje.


Y está bien, entiendo que en Vietnam se coman a todo lo que se mueva... después de todo, el hombre es omnívoro y acá han pasado tiempos salvajes que hacen que el hambre pueda más que todo y no se le haga el fó a ningún tipo de comida. Pero también, los perros estaban pasando por una situación traumática, torturadora, injusta, sin dignidad, bárbara... Y eso no se lo merece cualquier ser viviente. Te hace pensar bastante sobre la calidad de vida (y muerte) de los animales que nos comemos en la sopa del día o en la hamburguesa o en nuestro KFC...


Pero bueno, con los ánimos en el suelo llegué a Ninh Binh, a buscar por la mayor parte de una hora la esquiva guesthouse donde pasaría la noche, a buscar algo que comer.

3 comentarios:

Clara dijo...

HOLA ME ENCANTO TU BLOGGER ES GENIAL CÓMO RELATAS Y ESTÁ SUPER,Y APARTE ME PUSO MUY TRISTE ÉL RELATO DE LOS PERRITOS ES TENAZ,YA EN MI FACEBOOK PUSE TU RELATO Y UN VIDEO SOBRE ESTO TE INVITO A UNIRTE AL DÍA DEL PERRO CALLEJERO ESTÉ 27 DE JULIO YA SEA POR ESTE MEDIO Y UN NO AL MALTRATO ANIMAL,GRACIAS.

Anónimo dijo...

Si la foto es impactante... cómo será en vivo... no hay cultura u "platillo" por más raro que sea donde estos abusos puedan ser aceptados... lástima que solo se quede en palabras. Por otro lado, UN ABRAZO!! pero de lejitos porque en ese calor y esa humedad...

G. dijo...

Clara: Gracias por visitar, en realidad el maltrato a los animales en vietnam es un hecho, esperemos que se haga un poco más de consciencia...

anonimo: es real, en vivo es bastante deprimente... lo peor es que no solo son los perros, son muchos otros animales diferentes y aunque no los veamos en la carretera, tambien sufren de manera increible... abrazo tambien para vos, con este calor tan tenaz!!!